Cuando nos encargaron su packaging nuestro reto fue trasladar en el diseño de su envase precisamente estos valores: son tan buenos y refrescantes como naturales. Además, la base de Maktea (como su nombre claramente indica) es el té. Siendo el té una planta de origen oriental que nos remite a tierras lejanas y exóticas (sin necesidad de consultar la Wikipedia) añadimos una miríada de pequeñas figuras simples que evocaran objetos y plantas de estética orientalizante.
En cuanto al uso de los colores, decidimos que predominara un tono diferente y representativo para cada uno de los gustos propuestos: té blanco con sandía, té verde con piña y mango, y té negro con canela.